Un portacath, o port-a-cath, o puerto, es una cajita de metal con cúpula de silicona superresistente, que se instala bajo la piel, conectada a una vena central. Suele durar 5-10 años. Por afuera no se ve nada, más que el bultito (que se ve más o menos según dónde esté colocado y lo delgado/a que sea el/la paciente), la cicatriz, y posiblemente las marcas de los pinchazos sobre la piel.
La ubicación más habitual es en la parte superior del escote, unos 3-4 dedos por debajo de la clavícula. Ahí es donde lo llevo actualmente. Una ubicación mucho menos común es en la parte superior del muslo, ahí lo llevé 1994-1999. He oído que se puede poner en diversos otros sitios, como debajo de la axila (me parece incomodísimo y poco higiénico) y en la parte superior del brazo. Todos los lugares tienen pros y contras.
¿Cuándo hay que plantearse ponerse un portacath? Yo diría que tan pronto como veas que entras en un ritmo de tener un mínimo de 2 ciclos intravenosos al año. Por mejores que sean tus venas, los antibióticos las van quemando. Resulta sumamente frustrante tanto para el paciente como para el personal sanitario, que sea difícil acceder a una vena periférica (mano/brazo, o incluso pie), y que luego en cuestión de pocos días haya que cambiar de vía. Si dicho paciente es un niño pequeño, resulta terrorífico. Además que una vía periférica se rompe con facilidad, tienes que cuidar de no mover la mano... un engorro.
Mi experiencia personal es que a los 13 años, en el "cambio de niña a mujer", tuve una reagudización que requirió ciclo tras ciclo. Me quedé sin venas. Llegaron a estar tres horas pinchándome! En esa época la fisio era principalmente clapping, así que tener una caja molestando encima de los pulmones no nos pareció una buena idea. Nos comentaron la posibilidad de ponerla en la parte superior del muslo, y me lo colocaron en marzo de 1994. ¡Ojalá me lo hubieran puesto mucho antes!!
La operación se hace con anestesia local (en mi caso, para la pierna, fue epidural). Es una operación menor, generalmente sin complicaciones. La piel queda dolorida por varios días, una semana tal vez, pero después no molesta.
¡Qué alivio que con el portacath es meter la aguja y listo! Estando en la pierna, permite también que el propio paciente maneje la zona, cambie el apósito, etc.
Lo curioso de mi historia es que al ponerme el portacath entré en una metódica de necesitar menos ciclos, así que cuando me lo quitaron en 1999 ya prácticamente no lo usaba.
La única desventaja que tiene llevar un portacath es que cada 4-8 semanas hay que pincharlo para enjuagarlo y poner un poco de heparina, para evitar que se obstruya. Duele simplemente lo que un pinchazo (uno solo, no como al "buscar una vena").
En 2010 de nuevo empecé con más ciclos y resultó práctico tener un portacath. Ahora se usan modelos muy pequeños (este que llevo ahora es de marca Bard Port) y para los nuevos tipos de fisioterapia no molesta. Me lo pusieron en el escote. Con tan mala pata que durante la operación me pincharon el pulmón y provocaron un neumotórax... (cosa que pasa en muy pocos casos) Tuve que estarme una semana con un tubo de drenaje entre las costillas. Aún así, considero que valió la pena ponérmelo!
Adoro la libertad de poder tener las dos manos libres (poder cortarme un filete sin ayuda!). El no tener la angustia de pensar "necesito un intravenoso y no hay venas donde ponerlo". El no tener dolor de pinchazos. Que el antibiótico entre sin problemas, sin molestias, a la velocidad que se decida. Poder ser independiente y prepararme la medicación sola. Poder hacer los tratamientos en casa (o viajando) con total comodidad.
Yo recomendaría que tan pronto como veas que estás necesitando ciclos, poner el portacath. Es supercómodo!! Qué genial invento.
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